Después de seis décadas los exestudiantes de la escuela agrícola “San José del Arvejillal”, de la localidad de Cochrane, se reencontraron para hacer “memoria agradecida” de esta iniciativa educacional de la Iglesia de Aysén que los acogió en su niñez y pre adolescencia por diez años, desde 1961.
Abrazos efusivos, risas, recuerdos, apretones de manos, anécdotas y gran emoción compartieron fraternalmente 40 exestudiantes de “El Arvejillal”, congregados en el salón parroquial San José Obrero de Cochrane junto a la comunidad cristiana y representantes del Movimiento Manquehue de San José de Mallín Grande.
Nacer de nuevo
Los gloriosos exestudiantes tuvieron la oportunidad de reconocerse en una exposición fotográfica y documentos históricos de “El Arvejillal” y, además, disfrutaron conversando extensamente sobre apodos, anécdotas y recuerdos de los sacerdotes que los educaron y acompañaron; junto con recibir un diploma de reconocimiento que entregó personalmente el padre Obispo Luis a cada uno de los homenajeados.
Atilio Hernández, uno de los exestudiantes, recuerda y reflexiona que “en aquellos años de nuestra casa al El Arvejillal demorábamos dos días y medio a caballo, a veces tres días, y alojábamos ‘a campo’; y hoy día los buses van a dejar a los niños a la misma casa; andan siempre cómodos. Nosotros nos sacrificábamos para llegar a la escuela para aprender algo”.
Con la perspectiva del tiempo el mismo Atilio dice agradecer “los padres Siervos de María que nos enseñaron a trabajar. Yo me quedé en el campo y si no hubiera tenido conocimiento quizás no hubiera sido capaz de vivir en esta zona”.
Finalmente, comparte Atilio, “para mi ha sido una alegría estar con algunos compañeros que hacía más de 50 años que no nos veíamos. Un tremendo ‘alegrón’… Se hace cuenta que uno nace de nuevo por un rato”.
Quien también asistió a la cita fue el exprofesor de “El Arvejillal” Joaquín Soto. “Eran —dice— otros tiempos; una vida sencilla pero donde existía una cordialidad extraordinaria donde prácticamente no había diferencia entre el educador y los estudiantes. Éramos todos amigos; en realidad había poca diferencia de edad”.
“Siento —señala el exprofesor— una emoción grandiosa; estoy embargado por este sentimiento. He retrocedido en el tiempo a mis años de juventud. Esta fecha, tal vez, será una de las más trascendentes de mi vida”.
Comunicar el amor
La actividad culminó con la celebración de la Santa Misa en el mismo lugar donde funcionó la escuela “El Arvejillal”, en el paso de la balsa a 8 kilómetros de Cochrane. El padre obispo Luis resaltó en su homilía que desde esta experiencia se sigue haciendo hoy historia y es que es una responsabilidad comunicar esta vivencia. “Hoy día —expresó— queremos dar gracias a Dios por esta experiencia que no solo quiere mirar 60 años atrás sino que quiere mirar que han significado esos años para nuestra vida en el amor a la familia, a la tierra, a las tradiciones, a la fe y la comunidad”.
“Es —destacó el pastor de Aysén— un reflejo del amor de Dios en nosotros. Esa ha sido la gran enseñanza. Hoy día estamos llamados a comunicar este amor de Dios para hacer de esta tierra una ‘tierra bendita’. Es tarea de cada uno de nosotros; esa en nuestra vida de fe; llamados a dar lo mejor de cada uno para los demás”.
Tras la foto oficial, con todos los presentes, se desató la fiesta con un gran asado campero, música regional, canto y baile; todo en medio de la emoción de un reencuentro histórico lleno de fraternidad.
Todo lo sucedido en este épico encuentro fue registrado íntegramente por un equipo audiovisual de Radio y Televisión Santa María con el objetivo de producir un documental y otras publicaciones, que próximamente estarán disponibles desde el Vicariato Apostólico de Aysén. Se puede acceder a la nota de Televisión Santa María haciendo clic aquí.