“Textos Bíblicos”

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“Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo”, dice el Señor. Aleluya.

EVANGELIO
Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo

Después de la resurrección del Señor, los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado. Al verlo, se postraron delante de Él; sin embargo, algunos todavía dudaron.
Acercándose, Jesús les dijo: “Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que Yo les he mandado. Y Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”.

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Preguntemos al texto:

¿En qué momento se lleva a cabo este encuentro?

¿Dónde se realiza?

¿Quiénes son los protagonistas: ¿Cuántos son? ¿Falta alguien?

¿Qué hacen?

¿Qué hace Jesús, que dice:

Jesús aparece a sus discípulos*

Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas del lugar donde los discípulos se encontraban por miedo a los judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y les dijo*: «Paz a ustedes». Y diciendo esto, les mostró las manos y el costado. Entonces los discípulos se regocijaron al ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «Paz a ustedes; como el Padre me ha enviado, así también Yo los envío». Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo*: «Reciban el Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados, estos les son perdonados; a quienes retengan los pecados, estos les son retenidos».

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Preguntemos al texto:

¿Cuál es el día de este texto?  Mira lo que pasó en el día

¿Qué emociones-sentimientos viven los discípulos?

¿Qué dice Jesús?

El primer día de la semana, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén. En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido.
Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos. Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. Él les dijo: “¿QUÉ COMENTABAN POR EL CAMINO?
Ellos se detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: “¡TÚ ERES EL ÚNICO FORASTERO EN JERUSALÉN QUE IGNORA LO QUE PASÓ EN ESTOS DÍAS!
¿QUÉ COSA?”, les preguntó.
Ellos respondieron: todo como las mujeres habían dicho. Pero a Él no lo vieron”. “LO REFERENTE A JESÚS, EL NAZARENO, QUE FUE UN PROFETA PODEROSO EN OBRAS Y EN PALABRAS DELANTE DE DIOS Y DE TODO EL PUEBLO, Y CÓMO NUESTROS SUMOS SACERDOTES Y NUESTROS JEFES LO ENTREGARON PARA SER CONDENADO A MUERTE Y LO CRUCIFICARON. NOSOTROS ESPERÁBAMOS QUE FUERA ÉL QUIEN LIBRARA A ISRAEL. PERO A TODO ESTO YA VAN TRES DÍAS QUE SUCEDIERON ESTAS COSAS. ES VERDAD QUE ALGUNAS MUJERES QUE ESTÁN CON NOSOTROS NOS HAN DESCONCERTADO: ELLAS FUERON DE MADRUGADA AL SEPULCRO Y AL NO HALLAR EL CUERPO DE JESÚS, VOLVIERON DICIENDO QUE SE LES HABÍAN APARECIDO UNOS ÁNGELES, ASEGURÁNDOLES QUE ÉL ESTÁ VIVO. ALGUNOS DE LOS NUESTROS FUERON AL SEPULCRO Y ENCONTRARON TODO COMO LAS MUJERES HABÍAN DICHO. PERO A ÉL NO LO VIERON”.

Jesús les dijo: “¡HOMBRES DUROS DE ENTENDIMIENTO, ¡CÓMO LES CUESTA CREER TODO LO QUE ANUNCIARON LOS PROFETAS! ¿NO ERA NECESARIO QUE EL MESÍAS SOPORTARA ESOS SUFRIMIENTOS PARA ENTRAR EN SU GLORIA?” Y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a Él.

Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron: “QUÉDATE CON NOSOTROS, PORQUE YA ES TARDE Y EL DÍA SE ACABA”.

Él entró y se quedó con ellos. Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio. Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero Él había desaparecido de su vista.

Y se decían: “¿NO ARDÍA ACASO NUESTRO CORAZÓN, MIENTRAS NOS HABLABA EN EL CAMINO Y NOS EXPLICABA LAS ESCRITURAS?

En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos, y estos les dijeron: “ES VERDAD, ¡EL SEÑOR HA RESUCITADO Y SE APARECIÓ A SIMÓN!”

Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

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Preguntemos al texto:

¿Cuál es el día, en que se desarrolla el relato?

Mira lo que pasó en el día

¿Qué emociones-sentimientos viven los dos discípulos?

¿Qué hace Jesús?

¿Qué dice Jesús?

¿Cuál es el corazón-centro del texto?