A pesar de las intensas nieves que se van y vienen, el calor del Espíritu nos impulsa a seguir anunciando la Buena Nueva de Jesús.
Por eso, los invito a que como Iglesia que peregrina en Aysén, demos gracias por tantos testimonios e impulsos de vida que Dios nos permite vivir y celebrar para seguir siendo una iglesia esperanzadora.
Damos gracias porque este mes de julio está marcado por la presencia maternal de Dios Padre, en la Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora del Carmen, Madre y Reina de Chile, para que interceda por nosotros como lo hizo en las bodas de Caná, cuando nos falte el vino de la alegría, de la esperanza, de la fraternidad y del amor.
Damos gracias por los 76 años de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Chile Chico, y a los laicos, religiosos, sacerdotes y diáconos que han predicado y siguen predicando el Evangelio en esa zona de nuestro Vicariato.
Damos Gracias por Santa Teresita de los Andes, flor del Carmelo en Chile, que nos recuerda que el Amor de Dios vivido en profundidad, puede hacer maravillas en cada uno de nosotros.
Damos Gracias por el testimonio supremo de entregar su vida hasta derramar su sangre del Padre Faustino Gazziero, asesinado por odio a la fe, hace 20, dando testimonio que nadie puede separarnos del amor de Dios, “¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada? Pero en todo esto obtenemos una amplia victoria, gracias a aquel que nos amó.” (Rom. 8,35-37).
Damos Gracias, por la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, abuelos maternos de Jesús y por la JORNADA MUNDIAL DEL ABUELO Y DEL ADULTO MAYOR ya que como dice Papa Francisco en su mensaje de este año: “estando cerca de los ancianos, reconociendo el papel insustituible que estos tienen en la familia, en la sociedad y en la Iglesia, también nosotros recibiremos muchos dones, muchas gracias, muchas bendiciones.”
Por último, damos gracias por este receso de invierno para nuestros estudiantes y todos los integrantes de las comunidades educativas; que este sea un momento de merecido descanso y así, a fin de mes, emprender con renovado entusiasmo el segundo semestre.
Y un gracias a Ustedes por está ahí y compartir.
Con afecto fraternal en el Señor,
Padre César Leiva sdc – Vicario Pastoral de la Iglesia de Aysén