LA CUARESMA: SU SENTIDO Y SU DESARROLLO HISTÓRICO

Cuaresma 2025 formación
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El tiempo especial que llamamos Cuaresma es el fruto de la experiencia de la comunidad cristiana.

El centro del cristianismo es la experiencia de la Resurrección de Jesús, este es el “hecho” que dio a luz a la comunidad cuando los primeros discípulos se comprometían en vivir la vida nueva en Cristo; aquellos que deseaban incorporarse a la comunidad por el Bautismo, se preparaban por varios años, transformándose en “ catecúmenos”; en esta preparación la última fase era muy importante.

Además, estaban los cristianos, que no habían podido mantenerse fieles en la persecución o habían caído en comportamientos graves lo que implicaba el alejamiento de la comunidad para provocar el arrepentimiento, si eso ocurría se transformaban en “penitentes” preparándose para la reintegración en la comunidad.

Si, es verdad que la Pascua se repite cada “domingo”, día del Señor, pero también se fijó una fecha anual para recordar y “revivir” la Pascua del Señor, en que la comunidad se preparaba de manera especial cada año durante cuarenta días.

En este escenario, en la medida que la comunidad cristiana se ampliaba en el espacio y en número, con los “actores” mencionados anteriormente (discípulos, catecúmenos y penitentes) es que se estructuró la Cuaresma.

Históricamente este se dio por etapas. Los primeros discípulos muy pronto comenzaron a pasar en ayuno absoluto los tres días (que para ellos era sólo uno) del misterio de la Redención, es decir, desde el Jueves Santo hasta la mañana de Pascua.

La preparación a la Pascua pasó a ser más intensa en toda la semana santa hasta que en el Cuarto Siglo se extendió a cuarenta días, la Cuadragésima o Cuaresma.

La mención más antigua de la “Cuarentena” en Oriente se encuentra en el Concilio de Nicea (325). El obispo de Tmuis, Serapión, a su vez, atestigua, en el año 331, que la “Cuaresma” era en su tiempo una práctica universal, tanto en Oriente como en Occidente.

Luego las mencionan varios Padres de la Iglesia, entre ellos Agustín de Hipona y Ambrosio de Milán.

Sin lugar a duda la Cuaresma es un espacio de tiempo muy importante, a nosotros nos queda la responsabilidad para vivirlo con creatividad y originalidad, sin repetir de manera cansina las mismas consignas de siempre.

Caminemos en esta cuaresma 2025 construyendo “puentes y pasarelas” hacia los demás, y que también los demás puedan acercarse a nosotros: contamos con un abanico de posibilidades para salir de nuestras rutinas con las personas, depende de nosotros, de nadie más.

Plácido Ferracini – encargado vicarial de formación