Desde hace un buen tiempo las comunidades cristianas del mundo entero celebran y festejan la Palabra de Dios en el mes de septiembre.
Si bien es cierto el hecho de que la Biblia es una colección de más de 70 libritos que reflejan como el pueblo de Israel, a lo largo de 1.000 años, ha puesto por escrito su formación y su relación con Él, entre sus integrantes y con los pueblos vecinos, al mismo tiempo esta colección de libros, con el pasar del tiempo, se ha transformado en un faro para una gran parte de la humanidad con los injertos del cristianismo; y del islam y con la propagación planetaria del hebraísmo, cristianismo e islam. De hecho la Biblia es patrimonio de la humanidad, tanto para quien cree o no cree.
La colección de libros toca temas trascendentes que son propios de cada ser humano, así como de las maneras de organizarse comunitariamente en todo clima y geografía, promoviendo valores y formas de vida que están abiertas a ser inculturadas localmente, adaptándolas y dándole vida.
Nadie puede reservarse la exclusividad de la interpretación de la Biblia, de ese manantial que desborda cualquier intento o pretensión de “poseer” la Palabra.
La Biblia tiene humanidad, pensamiento, reflexión y mucha vida práctica, concreta, del diario vivir. Te invito a tener en cuenta algunos “detalles” prácticos que pueden, al final, marcar la diferencia:
1. Compra una buena Biblia escrita, es una buena inversión que te hará ganar en calidad de vida
2. Una buena Biblia no solo tiene un texto traducido con precisión, sino a también buenas introducciones a cada libro, buenas notas al pie de cada página que te ayudan a entender el texto, buenos glosarios que te auxilian en ampliar horizontes, buenos mapas que te ubican: ¡usa ese material!
3. Le un libro entero, por ejemplo, el evangelio de Marcos completo (ojalá un poco todos los días) y el Domingo, que es el día del Señor un poco más y con más tiempo (si el domingo trabajas hazlo en otro día de la semana que para ti será como el domingo).
4. Son textos antiguos, pensados y escritos muy lejos de muestra Patagonia: ten paciencia y descubrirás mundos y costumbres diferentes. En este sentido las impresiones surtidas en una primera lectura, luego de una segunda, con las notas y las introducciones, cambiaras de opinión.
5. La BIBLIA no es una colección de libros devotos… más bien, relata la vida de las personas, de las comunidades, de los pueblos: así que no te inquietes si encontraras mucha mentira, violencia, injusticia… junto a lealtad, amor, amistad; así era la vida, así es la vida.
¡Buena lectura, valdrá la pena!
Plácido Ferracini – encargado vicarial de formación